IDEAL. ES
El Ayuntamiento acogerá en su centro municipal de atención social a 11 mujeres más con el aumento de esta partida social
Con la crisis económica el perfil de las personas sin hogar ha dado un giro de 180 grados. Y es que el indigente de los 80 poco o nada tiene que ver con el de hoy día. Mientras que hace treinta años afloraban vagabundos con problemas de alcohol en primer lugar, seguidos de toxicomanía, en la actualidad se ha incrementado la cantidad de personas que se ven obligadas a vivir en la calle por cuestiones simplemente económicas, explicó ayer el monitor del Centro Municipal de Orientación y Atención Social a Personas Sin Hogar (COAST), Eduardo Pedrosa.
Como respuesta a las necesidades de estas personas sin un techo bajo el que vivir, el Ayuntamiento ha incrementado este año en 27.000 euros el presupuesto para aumentar las plazas de residencia para mujeres, y para subvencionar el taller que llevan a cabo en el COAST y que "funciona como herramienta para atender y motivar a los participantes" según afirmó ayer el concejal de Familia y Bienestar Social y alcalde en funciones, Fernando Egea.
Por este centro pasan unas 1.500 personas al año, que se instalan en los distintos albergues concertados, con la entidad Cáritas, con 36 plazas para hombres en diferentes niveles de atención, tanto para unos días como para un año, o con laONG Ocrem que acoge a diez mujeres, y a partir del uno de agosto se incrementará en una plaza más. Asimismo, se dispone de una casa con 15 puestos para familias destinada a personas con hijos a su cargo.El presupuesto dedicado a recursos propios de albergues pasa por tanto de 635.000 a 655.000 euros, apuntó Egea.
Por otra parte, el COAST ha organizado durante este año un taller para manufacturar material de oficina, de manera que los trabajadores son los propios residentes en estos albergues, que obtienen una beca de 30 euros semanales y un bono de transporte. Unas 1.500 carpetas, además de portafolios y otros muchos objetos de papelería han salido de este centro en lo que llevamos de año para el uso, por ejemplo, de los alumnos de cursos de formación de empleo, aunque no cierran puertas a ofertar material a otros posibles interesados, subrayó el concejal.
El taller ayuda a ocupar el tiempo, mejorar la autoestima y da la oportunidad de integrarse en un grupo, ya que al pasar por una situación como ésta se produce un aislamiento del mundo, "aquí empezamos a vivir otra vez" aseguró una de las 14 participantes de esta actividad, Valeria Rusuiol, que llegó al albergue tras sufrir maltrato psicológico por parte de su pareja, que tenía problemas con el alcohol.
Es importante sentirse acogido, comentó otro de los usuarios del taller, Mariano Muñoz, que explicó que se quedó en la calle hace ya tres años, después de llevar dos en el paro, por no poder hacer frente a los pagos de su casa. Aunque ha trabajado "toda la vida como tramoyista y a pesar de estar fuerte", a sus 63 años ve muy dificil poder encontrar un trabajo, aunque confía en que pronto cambie un poco su suerte y vuelva a tener su propio hogar.
Como respuesta a las necesidades de estas personas sin un techo bajo el que vivir, el Ayuntamiento ha incrementado este año en 27.000 euros el presupuesto para aumentar las plazas de residencia para mujeres, y para subvencionar el taller que llevan a cabo en el COAST y que "funciona como herramienta para atender y motivar a los participantes" según afirmó ayer el concejal de Familia y Bienestar Social y alcalde en funciones, Fernando Egea.
Por este centro pasan unas 1.500 personas al año, que se instalan en los distintos albergues concertados, con la entidad Cáritas, con 36 plazas para hombres en diferentes niveles de atención, tanto para unos días como para un año, o con laONG Ocrem que acoge a diez mujeres, y a partir del uno de agosto se incrementará en una plaza más. Asimismo, se dispone de una casa con 15 puestos para familias destinada a personas con hijos a su cargo.El presupuesto dedicado a recursos propios de albergues pasa por tanto de 635.000 a 655.000 euros, apuntó Egea.
Por otra parte, el COAST ha organizado durante este año un taller para manufacturar material de oficina, de manera que los trabajadores son los propios residentes en estos albergues, que obtienen una beca de 30 euros semanales y un bono de transporte. Unas 1.500 carpetas, además de portafolios y otros muchos objetos de papelería han salido de este centro en lo que llevamos de año para el uso, por ejemplo, de los alumnos de cursos de formación de empleo, aunque no cierran puertas a ofertar material a otros posibles interesados, subrayó el concejal.
El taller ayuda a ocupar el tiempo, mejorar la autoestima y da la oportunidad de integrarse en un grupo, ya que al pasar por una situación como ésta se produce un aislamiento del mundo, "aquí empezamos a vivir otra vez" aseguró una de las 14 participantes de esta actividad, Valeria Rusuiol, que llegó al albergue tras sufrir maltrato psicológico por parte de su pareja, que tenía problemas con el alcohol.
Es importante sentirse acogido, comentó otro de los usuarios del taller, Mariano Muñoz, que explicó que se quedó en la calle hace ya tres años, después de llevar dos en el paro, por no poder hacer frente a los pagos de su casa. Aunque ha trabajado "toda la vida como tramoyista y a pesar de estar fuerte", a sus 63 años ve muy dificil poder encontrar un trabajo, aunque confía en que pronto cambie un poco su suerte y vuelva a tener su propio hogar.
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